El gobierno y los tribunales romanos desaparecieron junto con su cultura, conformando el nuevo gobierno bandas de tribus guerreras. Así, un líder poderoso se rodeaba de guerreros leales a los que pagaba con el botín de las invasiones. La ley tribal, fundamentada en el combate o en el juramento, reemplazó a la ley romana. Surgieron gradualmente pequeños reinos basados en pactos tribales. Pero gobernar no resultaba fácil debido a la carencia de funcionarios letrados, a la pobreza de las comunicaciones, al estancamiento del comercio y a la escasez de dinero en circulación. La gente sobrevivía gracias a una agricultura de subsistencia. La vida era dura, breve y brutal. La media de esperanza de vida era de 30 años, sesgada por una alta tasa de mortalidad en la población infantil y femenina, esta última debida a las dificultades de los partos.
Al comienzo de la temprana Edad Media, la lista de potencias europeas se distribuía del siguiente modo:
* Francos: ocupaban la mayor parte de la actual Francia y partes de Alemania a lo largo del Rin
* Ostrogodos: el norte de Italia, Suiza Y los Balcanes.
* Visigodos: España y Portugal.
* Vándalos: noroeste de África, Sicilia y el sur de Italia
* Distintas tribus germanas entre ellas los sajones y lombardos
* Anglosajones: Inglaterra.
* Celtas: Gales, Irlanda, Escocia y Britania.
* Magiares: Hungría.
* Eslavos: Polonia y el oeste de Rusia.
* Bizantinos: Turquía, Palestina, Egipto, Siria y gran parte de los Balcanes, incluida Grecia.
Durante los siglos posteriores, la lista sufrió las siguientes modificaciones:
* Vándalos: derrotados y sustituidos por los bizantinos.
* Visigodos: derrotados y sustituidos por los francos en Francia y por los musulmanes en España y Portugal.
* Ostrogodos: atacados y finalmente absorbidos por los lombardos (Italia) y bizantinos (los Balcanes).
Se considera que los Años Oscuros cubren el periodo comprendido entre el 500 y el 1000. Tres fueron las principales fuerzas que conformaron este periodo y que hicieron que la relativa oscuridad diera a su fin: la expansión de nuevas religiones, el auge del Imperio Franco, y las depredaciones de los vikingos.